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Oda a lo pequeño: Seminario de escritura

Fundamentación

Es un seminario de escritura de seis encuentros, no se necesita ningún tipo de conocimiento previo, sólo el impulso y el deseo de escribir. Cada encuentro propone disparadores de escritura, que a su vez son extraídos de diferentes textos, todos ellos hacen hincapié en nuestra capacidad de observación, nos invitan a mirar en detalle, a detenernos y contemplar lo que muchas veces pasa desapercibido.

“Oda a lo pequeño” se propone seguir indagando y haciendo hincapié en la autoficción y la escritura del yo. La vida misma puede convertirse en insumos literarios a partir de un registro vital, de un diario de lo cotidiano.

Cada encuentro propone la escritura como una práctica, como hacer un deporte, una actividad que requiere de un entrenamiento y de una constancia.

Encuentros
  1. Narrar de memoria 
  2. Narrar desde afuera
  3. Narrar desde el olfato
  4. Narrar desde cero
  5. Narrar lo pequeño
  6. Narrar desde adentro

Narrar de memoria

Leer en voz alta el inicio del cuento “Mal de ojos” en Todo lo que aprendimos de las películas de María José Navia
“Podría dibujar de memoria su oreja. La derecha, justo antes de que todo se vaya a amarillo, violeta, gris. Justo antes de dejar de ver. Justo antes de que empiece la angustia. El niño va ordenando los crayones sobre la mesa. Me pregunto si será su forma de espantar el miedo. Pinta el dibujo de unos monos que ahora seguro dan en la tele. Hace meses que no la prendo.”

¿Qué sucede con la memoria? ¿Qué mecanismos se ponen en juego? ¿cómo lo recuerdo? ¿El recuerdo es algo verdadero? Los límites con la ficción, con el invento, con la imaginación. La memoria es selectiva, nos volveríamos locos si recordamos todos. ¿Qué recortes hace la memoria? ¿Qué puedo “narrar de memoria” entonces?

Esta concatenación de preguntas funcionará como el primer disparador del seminario.

Narrar desde afuera

El afuera está dado por el punto de observación, por la perspectiva y en este caso por el vínculo. Se propone elegir un vínculo para narrar, para describir. ¿Qué veo desde el lugar en donde estoy?La perspectiva de la voz narrativa es la que describe. 

Leer en voz alta el inicio de Nada se opone a la noche de Delphine de Vigan:
“Mi madre estaba azul, de un azul pálido mezclado con ceniza, las manos extrañamente más oscuras que el rostro, cuando la encontré en su casa esa mañana de enero. Las manos como manchadas con tinta en los nudillos de las falanges.
Mi madre llevaba varios días muerta.”

Lo que vamos a poner en palabras es la semblanza de la madre o del padre, también pueden ser los abuelos. Se puede elegir una parte del cuerpo, un gesto, una frase que forme parte del léxico familiar. La propuesta implica narrar en detalle teniendo en cuenta la distancia dada por el vínculo y el lugar de observación.

Narrar desde el olfato

Existen distintos mecanismos para activar la memoria, por supuesto que se activa de manera fragmentada. En esta oportunidad se revisará  la estructura interna de la novela Como agua para chocolate de Laura Esquivel. Se compone de doce capítulos, cada uno de ellos remite a un mes del año y a una receta culinaria. Cada plato de comida es especial por los efectos que puede generar en quien lo come o en quién lo cocina.

El disparador comienza en forma de lista para registrar todos esos olores que aún perduran en la nariz y que traen recuerdos más profundos. Luego, se seleccionará sólo uno para dar rienda suelta a la escritura.

Narrar desde cero

La autoficción sería el esfuerzo por imponer un yo, nacido exclusivamente en el espacio de la escritura, haciendo de esa ausencia una presencia. El disparador se conecta directamente con este fragmento, es la libertad absoluta de reinventar el yo en el plano de la escritura. ¿Cómo sería ese nacimiento? ¿Cuál sería el bagaje de recuerdos? ¿tendría historia? ¿Qué características posee?

Narrar lo pequeño

En este encuentro le hacemos honor al título del seminario de escritura: “Oda a lo pequeño”. Mirar en detalle, mirar lo pequeño, lo cotidiano. Registrar una rutina, un recorrido, un espacio habitado de la casa, una persona, un jardín; para luego conectarlo con el siguiente fragmento que funcionará como disparador de escritura: 

“La vida en miniatura. Había una vez, pero ya no.”

Narrar desde adentro

En este último encuentro, luego de todo lo recorrido y de la apertura que significó plasmar todo por escrito, llega el momento de calar bien adentro, de llegar al hueso, a esos recovecos que muchas veces no nos animamos ni a revisar. 

¿Qué hay adentro tuyo? ¿Hay algo de lo que no te hayas animado a decir? ¿Existe algo que sea indecible? ¿se puede poner nombre a algo que no lo tiene? ¿Es miedo o desconocimiento?

El disparador es el confesionario, ese espacio íntimo, pequeño, propio en el que hay que confesar algo, es decir, contar algo que no se haya dicho, que no se haya puesto en palabras.

COORDINADORA AGUSTINA PICASSO

Profesora de literatura (UNLP) y actualmente docente de talleres de lectura y escritura a través de Instagram. Coordinó una performance literaria sobre la obra de Silvina Ocampo junto con el colectivo Una isla (Ana Montes, Ansilta Grizas y Lucía Villanueva) en el Museo Larreta en el marco del Día Internacional de los Museos.

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